"Y H´ D´s plantó un huerto en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había creado" (Génesis 2:8).
Se aferra a la Shejiná
El Gran Rabino de Israel, el Rabino Avraham Itzjak Hacohen Kuk z´l asistió a las celebraciones por la fundación de la colonia Magdiel, en la que se plantaron retoños. Cuando el Gran Rabino fue honrado con la plantación del primer retoño, arrojó la pala que le habían tendido y comenzó a cavar el hoyo con las manos.
El Rabino Zeev Gold, que también participaba en los festejos, lo observó y vio de pronto que el rostro del Gran Rabino ardía como una tea, que su cuerpo temblaba y se estremecía y que plantaba el retoño en la tierra con muestras de gran temor. El Rabino Gold se asombró por ello y preguntó al Rabino Kuk:
¿A qué se debe esta gran emoción? Con la ayuda de D´s, en Israel se plantan cientos de árboles como éstos. ***
El Rabino Kuk le respondió:
Mientras sostenía el tierno brote en las manos, recordé las palabras del midrash (Vaikrá Rabá 25): "En el momento de la creación del mundo, en el principio D´s no se ocupó de otra cosa que de la plantación, tal como dice en Génesis 2:8: "Y H´ D´s plantó un huerto en Edén, al oriente"; también ustedes, cuando entréis a la Tierra, al principio ocupaos sólo de las plantaciones, tal como dice en Levítico 19:23: "Y cuando entréis en la tierra, y plantéis toda clase de árboles frutales". Mientras sostenía el retoño en la mano para introducirlo en la tierra sagrada, recordé ese midrash y sentí que me aferraba a la Shejiná, y se apoderó de mí un gran temor.
La alegría del corazón
Cierta vez preguntó Rabí Israel Báal Shem Tov: ¿Quién ha sido el que expulsó al primer hombre del Gan Eden al oriente? ¿Lo expulsó acaso un ángel? ¿Acaso abrió D´s una puerta en el Gan Eden, o una brecha en la cerca, para tomar al hombre y expulsarlo de allí?
Y el Báal Shem Tov respondió que la traducción de Ionatán ben Uziel explica el versículo "Echó, pues, fuera al hombre" (Génesis 3:24): El hombre se tornó preocupado. Cuando una persona está preocupada, no puede estar en el Gan Eden, begano (en el paraiso).
En los primeros días de la creación del mundo, cuando todo era aún nuevo y primaveral, el corazón del hombre estaba abierto al destello del mundo, y cada vez que veía algo, alababa al Creador por todo lo "muy bueno" que había concedido al mundo.
Pero después del "pecado original", cuando el hombre ya no se sintió conforme con lo que había sido dispuesto para él y creció su sensación de carencia ante determinadas cosas que le estaban destinadas, se sintió agobiado por numerosas preocupaciones que le impedían percibir el esplendor del mundo, y así fue como se cerraron para él las puertas del Gan Eden.
"Mas llamó H´ D´s al hombre y le dijo: ¿Dónde estás tú? (Génesis 3:9).
¿A quién debe buscar el hombre?
Un joven estudioso fue a ver al rabino, y éste le preguntó:
-¿Qué buscas aquí?
-A D´s, respondió el joven.
Replicó el rabino:
- Si es por D´s, en vano te has afanado en venir hasta aquí.. No debes buscarlo aquí, pues su Gloria colma el mundo.
-¿Y a quién debo buscar aquí?, preguntó el joven.
-A ti mismo, respondió el rabino.
Un llamado en todo tiempo y lugar
Cuando el rabino Schneur Zalman de Lady estaba prisionero en la fortaleza de Petersburgo, los ministros solían visitarlo en su celda. Uno de ellos, conocedor del Tanaj, percibió la grandeza del rabino y le preguntó:
- Deseo que me explique por qué el Creador llamó al primer hombre que se escondía entre los árboles y le preguntó "¿Dónde estás tú?" ¿No sabía acaso D´s en qué lugar se ocultaba el hombre?
Rabí Schneur Zalman de Lady le respondió:
-"¿Dónde estás tú?" no era una pregunta, sino una exhortación a despertar: ¿Dónde estás, hombre, en tu mundo? Ya han transcurrido tantos días y tantos años del tiempo de vida que te ha sido asignado, ¿y hasta dónde has llegado en tu mundo?
Ésta es la exhortación que D´s formula a cada hombre en todo tiempo y lugar.
www.masuah.org
Autor y revisor: Simjá Raz
TRADUCCION: ORNA STOLIAR
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