“Y dijo Di-s: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; serán para comer” (Génesis1:29)
Cada vez más, un número mayor de personas cambian su alimentación; se consumen más productos naturales, verduras y frutas, hasta llegar a ser vegetarianos, ya sea por recomendación médica, por problemas de salud o por información adquirida en revistas, libros y conferencias. ¿pero es realmente nuevo el ser vegetariano o acaso ha estado escrito por miles de años en la Torá?
Son muchas las indicaciones que nos hacen pensar que la tradición judía pudiera apuntar hacia el vegetarianismo.
Las citas de la Biblia desde Adám y Javá, el promedio de edad antes y después del Diluvio, las reglamentaciones sobre las especies comestibles, hace pensar que no se trata de simples casualidades, sino de una serie de normas relacionadas con un sistema de nutrición, que afecta al individuo tanto en lo físico como en lo psíquico.
De las citas del primer libro del Pentateuco se puede derivan que en el principio de la Creación el régimen era vegetariano.
Rashi (1040-1105), en uno de sus comentarios dice que Di-s en las primeras leyes sobre dietética no le permitió a Adám y Javá comer carne, sólo les dio instrucciones sobre los árboles y frutos que podían ingerir. La longevidad de las personas desde Adám a Noé también pudieran ser atribuidas entre otras causas, al régimen alimenticio vegetariano (Génesis 5: del 1 al 32): Adám alcanzó 930 años, Set (hijo de Adám) 912 años, Jared: 962, Matusalén 969, Noé: 950. Posteriormente, al permitirse el consumo de carne, luego del Diluvio, las edades se acortan y el consumo reglamentado.
Abraham vivió 175 años (Génesis 25:7), Isaac 180 años (Génesis 35:28), Moisés, 120 años (Deuteronomio 34:7), Josué, 110 años (Jueces 2:8). El Maná, la comida que Di-s hizo caer a los judíos que salieron de Egipto, es descripto en la Torá como una comida vegetariana: “Y era el maná como semilla de culantro, y su color como color de bedelio, el pueblo lo recogía, y lo molía en molinos o lo majaba en morteros y lo cocía en caldera o hacía de él tortas; su sabor era como sabor de aceite nuevo” (Números 11:7-8). En el libro de Isaías se habla del futuro cuando se describen los días mesiánicos, el profeta dice que las criaturas serán herbívoras (vegetarianas).
Son muchas las veces que se repite en la Biblia la prohibición de comer sangre:
“Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis” (Génesis 9:4). “Además, ninguna sangre comeréis en ningún lugar en donde habitéis, ni de aves ni de bestias”. (Levítico 7:26). Se mencionan las especies permitidas y las prohibidas (Deuteronomio 14:3 al 21):
El uso de la carne se condiciona a la especie y a las características del animal. Aún siendo una de las especies consideradas casher, la persona encargada, Shojet (autoridad rabínica con estudios especializados) debe examinar al animal para ver si cumple con todos los requisitos para ser considerado apto para el consumo animal sano sin ninguna enfermedad o miembro roto, etc. Además están las leyes de tzaar ba’alei jaim, que tratan de prevenir la crueldad con los animales, aparecen varias citas en la Biblia como: Deuteronomio 11:15, 22:6-10,25:4 Levítico 22:28, aún en las leyes relativas a guardar el Shabat se incluye el descanso para los animales (Éxodo 20:10, 23:12, Deuteronomio 5:14):
“Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero” (Éxodo 23:12). Las leyes de Kashrut no sólo incluyen los detalles técnicos de la preparación de la comida, sino también las bendiciones que se recitan antes y después de comer, las cuales varían; sobre el vino en las festividades hay un rezo (Brajá) especial, sobre el pan, frutos del árbol o de la tierra (Ha’etz o Ha’adama), sobre dulces (mezonot), pero cuando se consume carne, pollo, pescado o quesos, no hay una bendición especial que distinga este grupo de alimentos, se dice una general (Sheacol) que se usa sobre alimentos difíciles de diferenciar, pero que no cesaría con una dieta vegetariana porque habría que decirla sobre otros alimentos como sopas y jugos.
Consideraciones morales
Si bien es cierto que parece haber evidencia que de acuerdo al diseño original del mundo, los animales estaban concebidos para servir al hombre, pero no para convertirse en su comida, tal como lo expresa el vegetarianismo, también hay que considerar que el pensamiento judaico no se puede remitir exclusivamente a la experiencia inicial, sino tomar en cuenta la totalidad de la Torá, donde se establece después del Diluvio el permiso para comer carne con las debidas restricciones en cuanto a la forma de matar, al respecto por la dignidad del animal, la prohibición de comer partes vivas y de consumir la sangre.
Sin embargo, eso no alcanza para sostener que la Torá y el Talmud comparten con el vegetarianismo que matar a los animales es un acto inhumano y cruel. La Torá establece el comer carne como una dispensa no como una actividad deseable sino como algo que no está prohibido.
El judaísmo rechaza el sufrimiento del animal, pues un principio cardinal es el respeto por todas las criaturas y en ese sentido está prohibida también lo caza, como un deporte. A diferencia de cualquier otro sistema legal o religioso, la Torá prohíbe degollar en un mismo día un animal adulto y su cría, pues implicaría la desaparición de dos generaciones a la vez y aún cuando los animales no se dan cuenta de ello, el hombre está llamado a no ser cruel. Del mismo modo se establecen las leyes de Shejitá, de faenamiento ritual que es el que procura de la manera más rápida, la muerte con el menor sufrimiento. Rabí Shneur Zalman de Liadí, gran Sabio y místico, fundador de Jabad Lubavitch, refleja una concepción diferente sobre la relación hombre-animal. Él considera que el mundo entero existe por la gloria del Creador. Si una persona come carne o toma vino.., para dedicar su corazón a Di-s y a la Torá, o para cumplir con la Mitzvá de Shabat y Iom Tov... entonces el animal se eleva como sacrificio al Creador (Tania Cap. 7). “En otras palabras si una vaca vive y muere de un modo normal, entonces sólo fue una vaca; pero si se le faena ritualmente y es comida por una persona que reverencia a Di-s para cumplir un Precepto o para que le den fuerzas para observar un mayor número de Mitzvot, entonces la vaca es transformada en parte de algo más elevado, dando su vida para convertirse en comida, se eleva a un plano mayor en el servicio Divino y desde ese punto de vista, no hay crueldad al quitarle la vida al animal... sino todo lo contrario”.
Configuración física
Al hacer una observación de tipo científico se nota que los intestinos del humano son más largos que los animales carnívoros, la saliva es alcalina a diferencia de las especies carnívoras (ácida). El hombre (al igual que los herbívoros) posee una forma de maxilar redondeada y los carnívoros la exhiben puntiaguda; en cuanto a los dientes, en los herbívoros predominan los molares e incisivos, en los carnívoros prevalecen los caninos. Estas son sólo algunas consideraciones que pudieran conducir a creer que en cuanto a su estructura fisiológica el ser humano es vegetariano.
Valor nutritivo
Queda el interrogante sobre el valor nutricional en el caso del vegetariano. Una dieta equilibrada debe asegurar el aporte calórico y proteico, e incluir vitaminas, minerales y oligoelementos necesarios para el buen funcionamiento del metabolismo. Existen dos tipos básicos de vegetarianos, aquellos cuya dieta incluye huevos y lácteos (ovolacto vegetarianos) y los que sólo consumen productos de origen vegetal (vegan). En ambos casos, hay que satisfacer todos los requerimientos de proteínas.
Para aquellos que incluyen en su dieta productos ovolácteos, es más fácil conseguir los nutrientes necesarios, ya que junto con los vegetales logran ingerir las proteínas, vitaminas y minerales. En el caso de los veganos (que sólo consumen productos de origen vegetal) deben aprender a combinar los productos naturales para lograr así una comida balanceada, incluir en su dieta diaria leguminosas (arvejas, caraotas, frijoles, garbanzos, lentejas), nueces (avellanas almendras, merey) y semillas (sésamo, girasol, soya, calabaza, etc.), cereales (arroz, avena, cebada, maíz, trigo), frutas, hortalizas y verduras.
Vegetarianismo en Shabat y en las festividades
Aún cuando el comer carne y tomar vino es parte del oneg -disfrute de Shabat del espíritu de santidad y santificación de ese día, no son Mitzvot específicamente contempladas en el Código de Leyes Judías. Si alguien se siente cómodo no comiendo carne en Shabat, lo puede hacer, lo que no se puede es ayunar en ese día. Respecto a las festividades, la persona tiene la obligación de regocijarse y Maimónides sostiene que no hay alegría sin carne y vino. El Shulján Aruj no insiste en especial sobre la necesidad de comer carne, pero hay importantes autoridades que lo consideran deseable, aunque no estrictamente exigible, en ese sentido el vegetarianismo sería contrario al espíritu del pensamiento judío en las festividades, aunque no contrario a la letra de la ley. El vegetarianismo tiene muchos beneficios para la salud, pues se consume comida fresca, sana, sin aditivos químicos o colorantes; para el ambiente no posee desechos tóxicos, no produce contaminación y además configura un ejemplo de respeto a la vida de otros seres vivos. Es indudable que ser vegetariano ha estado siempre vigente, aún desde el primer hombre. Una enseñanza más de la Torá, que no deja de sorprender por su carácter eterno. Todo pareciera indicar que el Kashrut es un tratado de nutrición, principios y respeto a otros seres vivos, que señala qué, cómo y cuándo se pueden ingerir los alimentos.
Alimentos prohibidos de origen vegetal
● Vino de libaciones - el que se utiliza en servicios de cualquier culto no judío.
● Vino común elaborado por no judíos.
● Mezcla en la viña - Kilaim. Todo tipo de cereal u otros vegetales que hubieren sido mezclados con la viña o injertados natural o artificialmente.
● Las frutas que da un árbol, en la tierra de Israel, durante los primeros tres años después de ser plantado, reciben el nombre de orlá y no se deben comer. Esta prohibición no se aplica a tomates, cambures, melón y tampoco a las verduras.
● Frutas y verduras crecidas en Israel, mientras no se haya separado (le ellas la ofrenda y el diezmo. Las frutas que llegan a Israel (desde el exterior, pueden ser consumidas sin necesidad de apartar ese tipo de impuesto, así como tampoco a las que crecen en cultivos no judíos.
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